El orígen exacto del COVID-19 no ha sido todavía identificado, pero los casos humanos de coronavirus son, generalmente, transmitidos por el consumo de animales salvajes, el denominado “bushmeat”.
El punto en común de los primeros casos del nuevo coronavirus fue el mercado de animales de la ciudad china de Wuhan, en la provincia de Hubei: ese fue el epicentro de la crisis sanitaria declarada a nivel mundial.
Un análisis filogenético sugirió que los murciélagos podrían ser el huésped original de este virus. No obstante, también se baraja la posibilidad de que fuera el pangolín el huésped intermedio que facilitó la mutación del virus.
Sea como fuere, la aparición de este nuevo coronavirus ha reabierto el debate sobre el “bushmeat”. Lo cierto es que, a raíz de lo sucedido, una estricta prohibición del consumo y la cría de animales salvajes se está instaurando en toda China y esperamos que ésta se extienda a otros países.