Cuando saltó la noticia de la llegada del nuevo virus nos planteamos una sola pregunta: ¿se pueden contagiar los primates no humanos? La respuesta en aquel momento no se conocía, pero ante la seriedad de la situación que ya se veía en Italia, decidimos anular todas las actividades y confinar a parte del equipo de cuidadores en el mismo centro para minimizar el riesgo de contagios.
A medida que pasaron las semanas, científicos avisaron del gran riesgo que supone este coronavirus para la supervivencia de los grandes simios, ya de por si en peligro de extinción. La noticia es terrible. Y entonces supimos que tomamos la mejor decisión posible, porque los cuidadores han estado a salvo y los primates también.
Que debido a la avaricia humana y al maltrato al que sometemos al planeta, este virus se haya esparcido por prácticamente todo el mundo, debería abrir los ojos a toda la población, a que no se debe ignorar a científicos, divulgadores y educadores ambientales que hace años avisamos de que la relación con la naturaleza debe cambiar y los gobiernos deben alinearse con una gestión que respete la vida en la Tierra. Por eso nos unimos a la petición de Eurogroup for Animals al Parlamento Europeo, para que se tomen medidas serias y haya un cambio real y positivo en la “nueva normalidad”.
Agradecimientos:
En primer lugar, agradecer el esfuerzo a todo el equipo, desde los compañeros que han estado a cargo de la seguridad de los primates y el centro, hasta el resto que desde casa han seguido trabajando todos a una para mantener el proyecto a flote.
Y por supuesto a los socios, padrinos y colaboradores, que hacéis con vuestra generosidad que todo esto sea posible.
¡Gracias de todo corazón!
Esta noticia forma parte de la Revista del socio, Primates num 40.
Tienes el num completo aquí.